Playa del Carmen

Lo mas lindo de Playa del Carmen es la hora cúlmine donde elijo un territorio de arena empolvada para juntar con mis manitos un montículo de altura medida y forma cuasi ovalada para extender sobre el mi manta y volcarme religiosamente a la bendita actividad de cerrar los ojos, escuchar el mar, sentir el viento y disfrutar de uno de los placeres mas lindos de la vida: dormir la siesta. Acto repetitivo y rutinario a esas horas del día con variantes de despertador como una banda reggae, o un perrito que te lame el dedo, o un turco ofreciendome café libanes para espantar mi cara de sueño remolón y abro los ojos en un escenario casi sublime que ofrece un batido del atardecer cálido anaranjado con el celeste licuado del mar para acercarce a mi en cosquillas blancas de arena.
Disfruto de lo que me hace sentir bien.